Las bibliotecas de la vieja ciudad de Chinguetti

Tras muchos kilómetros de pista y estrechas carreteras atravesando una parte importante del desierto de Mauritania, llegamos a nuestro destino. La antigua Chinguetti, una de las siete ciudades sagradas del Islam. Frecuentada por los viajeros del desierto en un esplendoroso pasado, en el que llegaban hasta aquí caravanas de camellos cargadas de todo tipo de objetos, desde los lugares más remotos. Hoy la ciudad está en ruinas, medio abandonada y amenazada por las dunas. Desgraciadamente de ese pasado tan solo quedan algunos edificios en pie y unas pocas bibliotecas familiares.

 

 

 

Poder conocer esas bibliotecas fue el motivo de llegar hasta aquí. Hace algunos años leí un articulo del amigo Pepe Naranjo en el diario El País, titulado «Los guardianes de las bibliotecas del desierto de Mauritania» que puso la semilla que alimento mi curiosidad por este lugar. Realmente un sueño se iba a hacer realidad.
Un señor algo mayor llegó a nuestro encuentro tras la llamada telefónica del gran Hassan, «chofer» de nuestra expedición y sobretodo buen tipo. Tras un rato de espera llega un señor alto y flacucho, con ritmo pausado y aspecto misterioso. Saca de su bolsillo una antigua llave de madera con dientes de metal que abre una de las bibliotecas más antiguas de África, en su interior se encuentran manuscritos que hablan de teología, astronomía, matemáticas, medicina y poesía; algunas versiones del Corán y libros que narran antiguas historias de esta vieja ciudad medieval.

 

 

 

 

Durante más de mil años las familias pudientes de Chinguetti atesoraron en sus bibliotecas un conocimiento único, libros comprados por su peso en oro, escritos en piel de gacela, papiros del Nilo o papeles traídos a través de la ruta de las seda desde la lejana china. Libros escritos en La Meca, La Medina, Tombuctú, Walata o incluso entre las paredes de las mansiones de la medina de la vieja Chinguetti.
Hoy tan solo sobreviven unas pocas bibliotecas, seis de ellas visitables, que muestran una parte de los que fueron. Las termitas, el desierto, el abandono y en ocasiones la lluvia se han encargado de destruir algunas de estas joyas irrepetibles. Durante los años 60 del pasado siglo XX fueron catalogados unos 20.000 manuscritos, hoy tras la sequía y hambruna de los años 80, tan solo sobreviven entorno a 6.000 de estas joyas.

El compañero Pedro y yo, medio en trance, disfrutamos por unas pocas horas de este lugar único, con el que soñamos durante mucho tiempo. Un sueño hecho realidad. Conocer las antiguas bibliotecas de Chinguetti…

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