Viaje sostenible a destinos naturales

Cada año en el planeta se desplazan más de mil millones de turistas, una parte cada vez más importante lo hace con el objetivo de conocer, disfrutar o tener experiencias diferentes en destinos naturales, bien sean espacios naturales protegidos, como parques nacionales y reservas de la biosfera, o espacios con singulares valores naturales que carecen de protección. Está creciente moda por acercarse a la naturaleza está dinamizando la economía de muchas regiones, convirtiéndose en una auténtica revolución verde, pero ¿Cómo afecta el turismo a nuestros recursos naturales? ¿Puede el turismo realmente ser sostenible? ¿Podemos ser turistas respetuosos con la naturaleza?.

A modo de reflexión sobre la gran industria turística y el turismo sostenible.

La Islas Canarias con cuatro parque nacionales, siete reservas de la biosfera y más de 140 espacios naturales protegidos, se está convirtiendo en uno de los destinos de turismo de naturaleza más concurrido de nuestro país. Cada año las islas son visitadas por más de trece millones de turistas procedentes principalmente del continente europeo, atraídos en su mayoría por el excelente clima que poseen las islas. Sin embargo, otra parte importante de estos turistas lo hace para conocer las bellezas naturales del archipiélago, como por ejemplo el Parque Nacional del Teide en Tenerife, que con cuatro millones de turistas anuales se ha convertido en el espacio natural protegido más visitado de la Unión Europea, y una cita obligada para todos aquellos que se sienten atraídos por la naturaleza.

El turismo se ha convertido en la fuerza que mueve el planeta, el escritor húngaro George Mikes llego a decir sobre el turismo «Viajar es el nombre de una enfermedad moderna que quedó fuera de control a mitad de los años cincuenta y se sigue expandiendo. La enfermedad –cuyo nombre científico es Travelitis furiosus– la transmite un germen llamado prosperidad”. En los último años está industria ha puesto su objetivo en los destinos naturales, siendo el sector del turismo de naturaleza el que más ha crecido a nivel mundial.

Este aumento del interés por la naturaleza, y lo natural en general, no parece ir de la mano de la sostenibilidad, pues el creciente aumento de la oferta y demanda turística esta poniendo en peligro muchos de los recursos naturales en las islas y el planeta en general. El aumento de la demanda de agua para jardines, piscinas y consumo humano; el aumento de la generación de residuos solidos, con el consiguiente colapso de los vertederos; la contaminación del mar y el suelo por la escasa depuración de las aguas residuales; la presión y molestias a la frágil flora y fauna local por el crecimiento del número de visitas a los espacios naturales; el aumento de la contaminación del aire por la quema de combustibles fósiles para generar energía eléctrica y hacer posible el alto número de desplazamientos en avión, son algunas de las principales fuentes de contaminación, entre otras afecciones. Éstas están motivando que cada vez más empresas y destinos comiencen a redefinir sus productos turísticos, motivados por la preocupación de garantizar la conservación de los recursos naturales, auténticas joyas de los destinos.

Viajes y turismo sostenible.

El turismo sostenible es una alternativa que está teniendo en cuenta buena aparte del tejido empresarial de las islas, siendo cada vez más los hoteles preocupados por el ahorro de energía y agua en sus instalaciones, el consumo de energía renovables, la creación de jardines de bajo consumo de agua y fertilizantes creados con flora autóctona local, el aumento del consumo de productos locales para evitar los grandes desplazamientos, el fomento de la compensación de emisiones apoyando campañas de reforestación con flora autóctona, la potenciación de la contratación de empresas locales de servicios complementarios y un largo etcétera de acciones encaminadas a mejorar nuestro entorno.

Aunque buena parte de estas acciones no pueden llevarse a cabo sin la colaboración de todos nosotros como clientes, debemos poner nuestro granito de arena valorando y exigiendo un compromiso por el planeta en nuestros servicios. Podemos comenzar con acciones muy sencillas como compensar las emisiones de nuestros desplazamientos tanto en avión, como en coche o barco; comprar productos locales; no llevarte recuerdos hechos con animales o plantas protegidas; ahorrar agua y luz en tu habitación de hotel; hacer un uso razonable de las toallas para disminuir el numero de lavados; contratar empresas locales de servicios complementarios para distribuir la riqueza que genera la actividad turística,  etc…

Todas estás acciones están encaminadas a la sostenibilidad y están haciendo que nos replanteemos el modelo turístico en muchos lugares, pues la naturaleza es una frágil “gallina de los huevos de oro”, que puede ponerse en peligro por una mala gestión de la actividad turística. El objetivo no debe estar encaminado a la huella cero, debemos dar un paso más y buscar la huella positiva de nuestra visita en cada uno de los destino que visitamos.

 

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