Reserva de la Biosfera de Gran Canaria

Situada en la vertiente oeste de la isla, es un auténtico ejemplo de desarrollo sostenible, un territorio donde desde antaño los hombres y mujeres del lugar han explotado los recursos naturales de forma sostenible garantizando su supervivencia hasta nuestros días.

Un territorio agreste e inaccesible, formado por grandiosos barrancos fruto de la erosión continuada del viento y la lluvia durante millones de años. Hoy sus rocas nos muestran fósiles de tiempos pasados en los que el territorio estuvo poblado por bosques húmedos y frondosos. Sus cuevas cuentan historias de los habitantes del pasado y los recuerdos de los más viejos del lugar hacen alusión a una forma de vida prácticamente extinguida.

Decenas de barrancos que actúan como caminos por donde discurre la vida, desde la costa hasta las cumbres más altas de la isla. El agua ha modelado un paisaje singular que alberga especies únicas de flora y fauna, hogar de endemismos como el pinzón azul de Gran Canaria, una auténtica joya de la biodiversidad insular que ha fascinado a naturalistas y viajeros desde antaño.

Las cumbres albergan algunos de los pinares más bellos de Canarias, barrancos llenos de palmeras y sauces, laderas costeras pobladas de cardones y tabaibas y rincones donde sobreviven los últimos bosques de almácigos y tarajales de la isla. Paisajes sorprendentes que pueden ser descubiertos por el visitante a través de la amplia red de senderos que surca la Reserva de la Biosfera.

Fotografías del amigo Daniel González. Muchas gracias por cederlas para esta nueva aventura personal.

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